Cuento

Una historia sin principio ni final

La historia del pescado pelágico salado Los habitantes de Pompeyo y Herculano, los antiguos griegos y romanos, Cristoforo Colombo y Carlos V, el emperador más glotón de la historia, como también todos los ciudadanos y campesinos que a lo largo de la historia vivían en la costa mediterránea y del Atlántico, conocían el pescado pelágico salado o el pescado azul pequeño.

Sin duda la pesca de sardinas y anchoas ha siempre sido más ampliamente difundida alrededor de las islas italianas de Cerdeña y de Sicilia, del sur de Francia, del mar Negro y del mar de Mármara. Pero, desde siempre, el mejor pescado azul pequeño se pescaba en el mar Adriático, en las aguas de la península de Istria (Rovinj, Pula) y de las islas de Dalmacia central (Vis, Hvar, Brač). Puesto que la cantidad de pescado varíaba en función de las condiciones climáticas a lo largo del año, del período del año o por otras razones, conocidas y desconocidas, resultó necesario encontrar alguna manera de almacenar el pescado capturado para su uso en las temporadas de las vacas flacas. La salazón resultó ser la mejor forma de conservación del pescado. En nuestra región en los tiempos antiguos nuestros antepasados salaban las sardinas, "madre nutricia de la población isleña, maná celestial, fundamento de la vida”. Además de servir de alimento a los pescadores y a los marineros en veleros, se convirtieron en objeto de comercio.

En el 1420 Dalmacia y sus islas pasaron bajo la soberanía de Venecia, que llegó a ser un gran mercado de pescado salado, que ya en esta época se producía en la isla de Vis. Según un dato del año 1873, en esta época se exportaban a Grecia y a Italia aproximadamente 20.000 barriles, es decir un millón de kilogramos, de pescado en salazón producido en la isla de Vis. Hoy en día en muchos mercados son más apreciadas las anchoas en salazón. A la hora de comparar sardinas y anchoas muchos dirían que la sardina es como tocino y la anchoa como el jamón crudo, pero ambas especies entran en la gama de alimentos recomendados para una alimentación saludable - un tema muy actual. Esa apreciada especialidad es un verdadero ejemplar histórico de la gastronomía que reúne la simplicidad y la delicadeza de sabor. Al igual que en épocas antiguas, hoy en día el pescado en salazón se sirve tanto en la mesa de los ricos como en la de los pobres. Conecta como un hilo muy fino nuestra época moderna con la de nuestros antepasados, sin cambiar nada en el proceso de salazón del pequeño pescado azul. La naturaleza siempre sigue siendo la misma. Las leyes naturales que siempre han afectado a la cantidad capturada también han permanecido iguales hasta el día de hoy. El hombre consiguió encontrar otras maneras de almacenar las cantidades capturadas. La tecnología avanza y se van introduciendo nuevos y altos estándares que definen los métodos de tratamiento, de transformación, de conservación y de distribución de productos alimenticios. En la nueva fábrica, recién construida, congelamos el pequeño pescado azul en bloques o individualmente, lo salamos, ponemos a marinar y almacenamos, siguiendo dichos nuevos y altos estándares.

En la preparación de productos de nuestra línea aplicamos todos los conocimientos actuales, intentando mantener la armonía entre lo que nos regala la naturaleza y la mente y labor humana. Nuestros empleados, que trabajan con mucho amor, conocimiento y dedicación, crean el camino hacia los conocidores y los amantes de productos selectos del Mediterráneo bañado por el sol. Son garantía de un placer sinfín para los que tuvieron la oportunidad de leer estas líneas.

"Los buenos pescados son demasiado valiosos para ser capturados una vez”…y el cuento continúa…

En el cristal que sujetos

De antaño una mano áspera
La red potente de pescados en cerco estira
En el cristal que sujetas
viven sal, Adriático y redes de pesca.

Durante los siglos con el mar
Se pelean los barcos
Con el pescado apurándose
A su ribera llegar

Y eso a la madrugada
Mientras el mar limpia las piedras
A pescado capturado
Esperan mujeres modestas y diligentes

En el cristal que sujetas
Viven sabiduría, armonía y sudor
Espalda curvada y
Trabajo agotador

En él caben manos viriles,
Manos mujeriles, sabor a sal, aceite y
angustia Empeño total para transformar
TRADICIÓN en una DELICIA.


- Dolores Šajt Paunović -

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Sufinancirano sredstvima Europske unije iz Europskog fonda za pomorstvo i ribarstvo

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